Ricardo Larraga, el pequeño que se transforma en el gran Jefe en la cancha

Ha sido bastión de la U-13 de Intercups, con quien ya fue campeón en Suecia

“Perseverante, humilde y sencillo”, aunque también “terco, audaz e íntegro”, Ricardo el Jefe Larraga Medina consolida ya, a sus 12 años de edad, su camino en el futbol.

Pero no son las únicas cualidades que destacan en el defensa de Intercups de la categoría U-13, también son la constancia y entrega, destacan sus padres Nancy Guadalupe Medina Rosales y Ricardo Larraga Ontiveros.

Su hijo Richi nació el 15 de septiembre de 2010 en Matehuala, San Luis Potosí. Desde sus primeros pasos tuvo un balón a lado. Cuando estaba en el jardín de niños hicieron un equipo y empezó a jugar con el equipo Amado Nervo.

“De ahí brincó a la primaria, donde hicieron un selectivo para jugar un torneo municipal infantil. Empezó a jugar de portero y defensa, ya que era el que más fuerte le pegaba a la pelota”, recuerdan sus papás.

Ricardo practicaba en aquel entonces Taekwondo y es por eso que desde pequeño se volvió disciplinado. De hecho, es cinta negra segundo Dan.

Cuando ese torneo municipal terminó, el Jefe seguía con la inquietud del futbol y un compañero de escuela lo llevó al León, una filial que había en Matehuala, que al poco tiempo se convertiría en Intercups.

Ricardo es inquieto por naturaleza. Desde pequeño, sabe hacia dónde ir. “Empezamos a llevarlo a los campamentos en noviembre al Ajusto (en la Ciudad de México) y le empezó a gustar más y más, al punto de que, gracias a su constancia, disciplina, trabajo duro y diario ha viajado con el grupo a Ciudad de México, Cancún, Monterrey, Barcelona y ahora en esta gira por Suecia, siempre con Intercups”.

Admira a Erling Haaland y Cristiano Ronaldo, pero también se identifica mucho con Omar Campos, jugador de Santos Laguna y seleccionado mexicano, que salió de Intercups.

Con esos jugadores como su referente, y quizá con el ejemplo más cercano de Omar Campos, Larraga pisa firme en la Gira Nórdica y su presencia ha sido fundamental para que, en los dos torneos por ahora disputados, Intercups haya llegado a las dos finales, siendo campeón en una, la Storsjöcupen, en Suecia.

Del otro lado del océano Atlántico, sus padres no dejan de ser su respaldo. Aunque lejos, siempre están y estarán ahí: “Es algo indescriptible, son emociones encontradas. Es nuestro único hijo y sentimos el que no esté físicamente con nosotros, pero sabemos que está haciendo lo que le gusta hacer, sabemos que lo está disfrutando, verlo dar esos toques de balón, esos pases tan exactos, esos saques de banda… nos llena de orgullo y satisfacción. Es un niño que trabaja en equipo, que muestra su sencillez y estamos muy felices por él”, sostiene su madre Guadalupe.

“Estoy tranquila porque sé que lo está disfrutando, que está viviendo esta experiencia al máximo”, remarca.

“El camino hacia cualquier meta empieza con un sueño, y ese camino está lleno de altibajos, pero siempre firmes con pasos seguros y fuertes”, indica Guadalupe, quien agrega que “ahora vemos el joven en el que se han convertido fuera de la cancha, una muy buena persona, sencillo, amigable”; sin embargo, en la cancha es otro, recio, imbatible y líder, “se convierte en otro. Ricardo es todo un profesional en cada cosa que hace”.

El esfuerzo ha sido compartido. Sus padres, en primer lugar. Su mamá Nancy ha estado todo el tiempo al pendiente de él: es quien lo lleva, lo trae, es su soporte y su pilar más fuerte, pues es quien está al frente del proceso diario de Larraga. “El tiempo invertido de su mamá vale más que 100 giras juntas”; en los 12 años que tiene Richi, “su mamá lo ha procurado y alentado en todo, siempre lista para él, en todo sentido. No se puede llamar sacrificio; al contrario, es mucha satisfacción cada meta lograda”, destaca el padre del futbolista.

Asimismo, “su papá se esfuerza para que él pueda viajar y conocer el mundo. También sus abuelos, los cuales también han aportado para que Ricardo sepa que hay muchas más cosas en el mundo, para que expanda sus horizontes y conozca mucho más de lo que hemos conocido. Todo este esfuerzo se ve reflejado en la persona que es Richi”, cuenta Nancy Guadalupe.

Por ahora disfruta el momento al máximo jugar y, aunque no se ha definido sobre lo que quiere estudiar, su futuro, si no es en las canchas, podría seguir ligado al deporte: “Le gusta mucho el trabajo de un kinesiólogo o fisio. La carrera que él escoja para su futuro lo estaremos apoyando como hasta el día de hoy”, dicen sus papás.

Al igual que su familia, Intercups ha acompañado el proceso del menor. La camiseta de la Academia “la tenemos muy puesta desde sus inicios en Matehuala. Representamos un nombre, una marca a donde vamos y llevamos a Ricardo”.

Para finalizar, sus los padres del Jefe remarcan que el joven es “humilde y que, con base en el trabajo, esfuerzo y sacrificio se ha ganado el lugar donde está; desde mayo de este año ha estado en visorías con la sub-14 del Atlético de San Luis, esperando buenas noticias al término de esta gira con Intercups”.

Por último, sus papás agradecen el apoyo de las personas que han estado durante el proceso de Ricardo, como su entrenador Israel Carreño, su preparador físico Manuel Avendaño y la nutrióloga Valeria Vázquez, quienes, de la mano de la familia e Intercups, que se podría considerar una segunda casa, acercan a Richi a la realización de sus sueños, siempre con pasos firmes y constantes, como la personalidad del Jefe de apenas 12 años.

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