Hoy representa a Intercups y a México, su segundo hogar
Sólo sueña con jugar futbol. Es portero y ya destacó en Europa. Sobrio, de manos firmes, Jan Omar Villegas llegó de la mano de Intercups a disputar la Gira Nórdica, que abarca cuatro torneos: tres en Suecia (Piteå Summer Games, Storsjöcupen y la joya de la corona, la Gothia Cup) y uno en Finlandia (Helsinki Cup).
El arquero nació en Phoenix, Arizona, Estados Unidos. También le gusta usar sus dos apellidos, a lo mexicano (Villegas Retana), y desde niño ya tenía claro que quería practicar deporte. Desde los tres años pedía jugar.
Su primer equipo se llamó Barcelona, en un parque de la ciudad. A los cinco llegó a su primer club, el Valparaíso, donde estuvo por siete años. Luego no paró. Posteriormente integró las filas del Real Salt Lake de Arizona, donde vistió esa camiseta tres años, mientras que las dos últimas temporadas jugó con Barça Residency Academy, en Casa Grande, también en Arizona.
Jan, con los años en las canchas, domina casi cualquier posición, aunque hoy cuida las vallas de Intercups. De hecho, sus ídolos son Jorge Campos y José de Jesús Corona, el primer portero que destacó a nivel internacional, quizás, de México, y el ganador del oro olímpico para el Tri en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres.
Villegas Retana ha forjado camino, pero atrás de él tiene el respaldo de su familia, como su mamá Patricia Retana, quien se desvela ahora del otro lado del mundo para verlo cumplir sus sueños: “Estar lejos es un sacrificio, pero estamos conscientes de que si quiere hacer sus sueños realidad, debe trabajar duro”.
“Es una gran emoción verlo cumplir un sueño”, asegura y añade que como madre el único sacrificio que se hace es “estar lejos”, pues, al final, “ver feliz a tu hijo no es un sacrificio, es una bendición”.
Como todo adolescente, Jan Omar juega videojuegos, escucha música y sueña con la pelota, y representar a Intercups es una oportunidad también de hacerlo por México, un segundo hogar.
Apasionado, como le define su madre, el arquero llegó a tierras vikingas para intentar forjar su camino en el futbol, pero también para aprender de la vida misma, muy lejos de casa.
