Bailarín, triatleta, ciclista y futbolista… y en todas destaca
Desde que tenía dos años y medio comenzó a bailar danza irlandesa, y desde esa edad “siempre tuvo excelentes resultados a nivel nacional e internacional”; por ejemplo, a los 10 años se convirtió en el más joven en clasificar al mundial de danza irlandesa. Luego, en 2019, fue al mundial y ganó el Aislin Award, que reconoce al mejor participante no originario de la comunidad y cultura irlandesa. Ese mismo año volvió a obtener su pase al mundial de 2020, pero no se llevó a cabo debido a la pandemia.
Edson Solorio Sandoval, llamado Chop en su hogar, pero conocido en Intercups como el Príncipe, nació en la Ciudad de México el 31 de mayo de 2008. El joven, dice su familia, integrada por su mamá Gloria Sandoval, su papá Edson Solorio y su hermana Cassandra Solorio, “no sólo destacó desde pequeño en la danza, también incursionó en el triatlón y en el ciclismo de ruta y de pista. En el triatlón ganó varios pódiums y representó a la Ciudad de México en los macrorregionales de los Juegos Conade en 2022.
Asimismo, en el ciclismo de ruta y de pista ganó el primer lugar en los campeonatos estatales y eso le dio pase a los macrorregionales. En ese mismo año participó en el Campeonato Nacional de Ciclismo de Pista y obtuvo medalla de bronce en dos competencias”. Un ganador.
“Nosotros no vemos a Edson como un futbolista, sino como un atleta. Siempre ha tenido muchas cualidades atléticas”, cuenta su familia, y al repasar su hoja de vida queda claro.

Edson también ha incursionado en otras áreas, como el futbol. Aunque “no fue su deporte principal”, igual pateaba el balón también desde niño y lo ha acompañado hasta ahora.
“Comenzó a los cuatro años en una filial del América en la Alcaldía Benito Juárez. El primer dia que fue, de repente las mamás que estaban viendo el entrenamiento dijeron: ¿ya vieron a miniMessi?”, recuerda su familia.
Pese a las condiciones natas para jugar futbol, Chop estuvo muy poco tiempo ahí, “pues los entrenamientos no eran muy regulares; además, “acababan de abrir una filial del FC Barcelona en la plaza City Shops y como él le iba al Barça no dudamos en meterlo”. Ahí estuvo una temporada, pero “en ese tiempo los entrenamientos de baile y de triatlón empezaron a ser más demandantes, por lo que no podía ir y mucho menos a los juegos, así que dejó el futbol por un tiempo”, dice su mamá Gloria Sandoval.
Un par de años después regresó a un equipo llamado Force United, “pero nuevamente los entrenamientos de sus otras actividades no le permitían ir al de futbol y se perdía los juegos constantemente”.
Sin embargo, parece que el balón al final se impuso. “Fue hasta el año pasado que regresó al futbol participando en el equipo escolar como un hobbie; sin embargo, desde inicios de este año lo veíamos todo el tiempo con su balón, haciendo túneles a todos en la casa, haciendo dominadas; en fin, con el balón siempre a sus pies”, aseguran sus padres.
Esa fue la señal. Platicamos con él y le hicimos ver que debía de estar donde se sintiera realmente feliz, que entendíamos que quería ir a otro mundial de danza irlandesa, pero que evaluara realmente si valía la pena invertir más de 10 horas de entrenamiento semanal en el baile, si su pasión claramente era el futbol”.
La decisión no fue nada fácil, tanto “para él como para nosotros, pues dejó la danza irlandesa después de 12 años… pero creo que ha valido la pena”.
Edson, que actúa como mediocampista, hoy está en Europa, de nuevo brillando y poniendo el nombre de México y de Intercups en la más alto. El viaje que comenzó a finales de junio ha sido una escuela de vida. Para su familia, verlo desde lejos “es muy difícil, porque siempre hemos estado junto a él en todas sus competencias; nunca habíamos faltado a una sola, pero es increíble verlo cumpliendo uno de sus sueños”.
La Gira Nórdica, que incluye cuatro torneos internacionales (tres en Suecia y uno en Finlandia), “representa subir un escalón de los muchos que le faltan, y esperamos que esto le ayude a abrir aún más su visión y lo impulse a seguir trabajando duro”.
Dejar las zapatillas de baile por las espinilleras y las calcetas fue un primer sacrificio para Edson y toda su familia. Estaba en un nivel muy alto y “las expectativas que tenían sus entrenadores, él y nosotros eras muchísimas; en el baile, desde que era muy pequeño, todos (entrenadores, jueces, público) le decían que estaba destinado a ser campeón mundial”.
También dejar el triatlón y el ciclismo fue doloroso: “Imaginen a un niño de siete años corriendo el kilómetro en 3.5 minutos… dejar todo eso significó mucho; sin embargo, creemos que bien vale la pena sacrificar todo para ver a tu hijo cumplir uno de sus sueños”.
A largo plazo, Edson quiere “ser millonario”, pero a corto “todas sus expectativas están enfocadas al futbol”.
Y cayó en blandito, en una de las mejores academias para desarrollarse. Apenas llegó en abril de este año, pero ya tiene en el pecho el escudo de Intercups bien puesto. “Desde el primer entrenamiento al que asistimos, que por cierto fue un juego, la academia destacó en disciplina, en el buen futbol, en instrucciones claras. Nos gusta cómo enfocan a los chicos, cómo les hacen ver la importancia de todo su entorno y los compromisos que tienen con la escuela, con su familia, con sus compañeros, con la sociedad y con su país”.
Intercups “va más allá de una escuela de futbol, son una escuela de atletas de alto rendimiento y una escuela que da herramientas para la vida”, destaca su familia.
- Sergio Castro Bibriescahttps://www.vivesiete.com/author/sergio-castro-bibriesca/
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