Domenico convirtió a Adriano en portero; ahora ambos van por el mismo sueño

Los hermanos Giacopello viven su primera gira juntos por Europa

Los hermanos Domenico y Adriano Giacopello comparten por primera vez una gira en Europa. Ambos, uno en la delantera y otro en la portería, tienen un sueño en común: ser futbolistas.

Domenico, el mayor, nació el 2 de abril de 2008 en la Ciudad de México, y a los cinco años se mudó a La Paz, Baja California Sur; Adriano, el hermano de en medio (son tres), nació el 26 de abril de 2010, y también se marchó al norte, él a los tres años.

Desde los tres años, el mayor de los Giacopello juega futbol “y vive para ello. Se sabe todos los resultados de memoria de los mundiales. Él vive y respira futbol”, cuenta su mamá, Francesca Luce.

A esa edad, el coach que lo dirigía en un equipo de un club al que asistía la familia “lo ponía a jugar contra todo el equipo, pues era muy habilidoso y entendía el futbol como ningún otro niño de su edad. Así que yo empecé a comprarle uniformes y jerseys de equipos que me encontraba, pero él desde muy chico le iba al Barcelona».

Domenico Giacopello, al ganar un título de goleo/Foto: especial

Luego llegó la mudanza. En La Paz “lo metimos a Pumitas, que era la única escuela formal de futbol para niños. Ahí ganó todos los campeonatos de goleo y torneos en los que participó”.

A su vida llegó el profe Óscar García, quien fue jugador profesional, y que siempre dejó que Domenico se desenvolviera en la cancha; desarrolló su creatividad futbolística como enganche y aprendió que no podía hacer todo solo, asegura Francesca.

Todo eso en apenas 15 años… y falta. Ha formado parte de los selectivos de Baja California Sur, incluso en categorías superiores a la suya, y ahí conoció al profe Agustín, quien lo invitó a su primera gira en España. De hecho, en tierras ibéricas ya hizo dos visitas, y pudo haber sumado una más, pero el covid-19 se cruzó.

Domenico es un niño “muy disciplinado, enfocado y resiliente; ha pasado por muchos retos para llegar a dónde está y con el físico que tiene ahora entendió que ser futbolista no solamente es talento; también sabe que debe comer, entrenar, descansar y vivir como un profesional si quiere alcanzar su sueño”, sostiene su madre.

Tiene estirpe de goleador, pero puede jugar de enganche, creativo o volante, como su ídolo Lionel Messi, de quien sabe todo.

“No creo que Domenico tenga más sueños que ser profesional, es su vida entera; incluso nos ha dicho que él va a vivir y a dedicar su vida al futbol, ya sea como jugador, entrenador, nutriólogo deportivo o comentarista”.

El pequeño gran arquero

Adriano, el hermano pequeño, “en cuanto aprendió a caminar fue su portero. Todo el tiempo estaban jugando futbol dentro y fuera de la casa”. Su interés por la pelota se debe a su hermano, quien todo el día le pedía que se pusiera de portero para practicar sus disparos.

Como Demenico, el primer equipo donde jugó Adriano también fue Pumitas. Desde que daba sus primeros pasos ya sumaba éxitos “en su posición, pero nunca lo entrenaban como portero; no obstante, quedaron campeones y su fuerte siempre han sido los penales, pues, además, tiene un valor y pantalones que le ayudan a desarrollarse en la posición que le tocó jugar”, asegura Francesa.

Adriano Giacopello/Foto: especial

“Después lo cambiamos a Aztecas, donde nos recomendaron llevarlo con el profe Héctor, de TNSport en La Paz, quien “realmente le ha enseñado a ser portero”. Su ídolo es alguien a quien busca al menos imitar: Manuel Neuer.

Adriano vive ahora su primera gira por Europa… y ya dejó una jugada para enmarcar. A lo Jan Oblak, en su partido de cuartos de final de los Piteå Summer Games, el pequeño se hizo grande y tuvo tres atajadas en una misma jugada, casi todas a quemarropa.

“Nos sentimos felices de ver a Adriano jugando en Europa, pues él nunca había tenido esa oportunidad, a diferencia de Domenico, y sabemos que disfrutará al máximo la oportunidad y experiencia”, dice satisfecha su mamá.

El arquero ama su posición y disfruta enormemente su entrenamiento, sobre todo el de portero. Pero Adriano es una Caja de Pandora: “Tiene muchos intereses en la vida: le encantan los aviones, le fascina saber acerca de todo lo que le llama la atención, le apasiona saber de dónde venimos y le interesa mucho el universo, la astronomía y en general la ciencia”.

Adriano “es fuerza, es alegría, simpatía y entrega”, remata su madre, quien, junto con el padre de los tres hermanos, Aldo Giacopello, dedican “vida entera al futbol, pues son tres hijos que juegan y tienen entrenamiento a distintas horas, partidos todos los fines de semana, así que nuestra vida entera se la dedicamos al futbol y a que los chicos se desarrollen en ese ambiente y acudan a todas sus prácticas y juegos”.

Sin embargo, ese tiempo, ese apoyo, ese respaldo “no lo vemos como sacrificio. Creo que no hay satisfacción más grande que ver a tus hijos felices, así que para nosotros es la alegría más grande saberlos felices, haciendo lo que les gusta y, sobre todo, la oportunidad de jugar contra rivales europeos”.

Ese andar ha encontrado la mejor compañía. Con Intercups, los hermanos Giacopello disputan la Gira Nórdica y representan a México: “Intercups es de las mejores cosas que se nos han cruzado en este hermoso caminar en el futbol: es disciplina, entrega, coraje, equipo, unión y, sobre todo, la oportunidad de competir fuera del continente con compañeros de equipo de nivel y con adversarios que no encuentra en La Paz”.

Francesca agrega que la Academia Intercups es “una gran institución, pues enseña no sólo fútbol, sino valores, así que para nosotros es garantía”. Incluso, agrega, “independientemente del resultado de los torneos, sabemos el crecimiento personal que les dará la experiencia”.

Por ahora, y ya con una semana en el Viejo Continente, uno marcando goles casi en cada partido, y el otro con atajadas memorables, cimentan su camino hacia su sueño: jugar futbol.

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