Avispones de Chilpancingo, de la noche trágica en Iguala a buscar la gloria

Están a dos juegos de llegar a la Liga Premier FMF

El Zurdito soñaba con jugar en un equipo “grande” en México y llegar a los más importantes estadios del país. David Josué García Evangelista quería lo que muchos jóvenes en México anhelan: ser futbolista. Pero ese sueño se vio truncado la noche del viernes 26 de septiembre de 2014, cuando, paralizado por una balacera, no pudo reaccionar y fue perforado a la altura de su pecho por una lluvia de plomo.

Esa noche en Iguala, Guerrero, no sólo hubo 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Los Avispones de Chilpancingo, equipo de la Liga TDP, volvía de jugar ante Iguala, cuando un comando a la caza de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos abrió fuego contra ellos. Los confundieron. En esa fecha, que está tatuada en la memoria colectiva de México, los Avispones de Chilpancingo, y sus familias, también quedaron marcados para siempre por las ráfagas de las armas.

El futbolista, que tenía 15 años, era un joven disciplinado y trabajaba todos los días por conseguir su sueño. Ese 26 de septiembre, más temprano, quizás vivió uno de sus momentos más dulces en su carrera: debutó, fue titular y jugó como volante por la banda izquierda. Ese día, Avispones ganó el encuentro 3-1. Horas antes, David asistió a una misa antes de irse a Iguala con su club. Roberta Evangelista, su madre, recuerda el momento en que el Zurdito se acercó, le dio un beso, “sin saber que sería el último que me daría”.

Pero horas más tarde todo cambió. “Nos vale madres, los vamos a matar a todos”, les dijeron quienes abrían fuego contra el equipo de futbol. La ráfaga abierta contra el camión provocó que el mismo se saliera del camino y terminará en una cuneta (una de las 400 balas disparadas dio en el chofer). Ese desborde del bus, sin imaginarlo, les salvó la vida a más integrantes del equipo.

A la hora del ataque, un compañero ordenó tirarse al suelo, pero el Zurdito se quedó inmóvil, petrificado. La lluvia de balas lo alcanzó. En instantes se desangró y murió.

Con el paso de los días, que se convirtieron en meses y años, la exigencia por justicia se centró en la aparición con vida de los 43 estudiantes, y poco se abordó la misma demanda sobre la muerte del Zurdito, así como la del chofer del autobús de los Avispones esa tarde, Víctor Manuel Lugo Ortiz, el Barcel. Asimismo, el cuadro que hoy es finalista de la Zona A de la Liga TDP -en la que enfrentará a Deportiva Venados, por un ascenso a la Liga Premier FMF-, dejó de ser noticia.

Sin embargo, al paso de los años, los Avispones vuelven a tomar protagonismo, aunque, en esta ocasión, es en el aspecto deportivo. Con una gran campaña, en la que terminaron líderes del grupo 7, con la mejor cosecha de puntos en los últimos cinco torneos (60), con 19 victorias, tres empates y sólo dos derrotas en 24 cotejos, los de Chilpancingo jugarán su primera final en la categoría en sus 34 años de vida.

La final de ida se desarrollará este miércoles 25 de mayo, a las 3 de la tarde, en el Polideportivo de Chilpancingo, y la final de vuelta, donde se definirá el campeón de la Zona A, y el primer equipo que asciende a la Liga Premier Serie A, se efectuará este sábado 28 de mayo, también a las 3 de la tarde, en el estadio Alonso Diego Molina, en Yucatán.

Con más de tres décadas de vida, Avispones podría tocar la gloria y ascender de división en México, para acercarse al sueño que alguna vez tuvo el Zurdito, de jugar en un gran escenario del futbol mexicano, y dar algo de alegría a una comunidad azotada por la violencia desde hace mucho tiempo.

Festejo de Avispones de Chilpancingo, tras vencer a Guerreros DD/Foto: Liga TDP

Comparte este artículo

Noticias relacionadas

SUSCRÍBETE

Recibe las últimas noticias de las ligas, equipos, programas y partidos que Vive Siete transmite.